Reencuentro.
Todo empezó con un voluntariado que hice en el Chad, en el año 2008, con la congregación de Madre Teresa de Calcuta. Allí conocí a una misionera, sister Antoine Lukinga, procedente de Tanzania, la cual, hace tres años, de manera totalmente inesperada, me mandó un WhatsApp con una llamada de auxilio.
Había dejado el Chad para regresar a Tanzania y llevar a cabo una labor de formación de misioneras con el fin de educar, formar y ayudar a los niños de la zona.
Aquel año, yo tenía previsto ir a Filipinas para realizar un voluntariado, pero aquel mensaje, aquella necesidad de ayuda que me transmitió el contenido de su escrito, cambió totalmente mis planes. Al cabo de tres meses ya había comprado el billete para ir a Tanzania, y lo que tenía que ser un reencuentro entre dos amigas se transformó en un precioso proyecto de vida que queríamos llevar a cabo conjuntamente.
Después de tres años, con la ayuda de otros amigos y amigas, el proyecto se ha convertido en la ONG Una Possibilitat de Vida… ¡En una realidad!
Antoine Lukinga i Xesca Sampol